PARTE I. CREAR UNA NUEVA CULTURA

Imagina una reunión familiar en la que los hijos solicitan a sus padres más orientación y dirección de la que reciben actualmente. También solicitan más verduras y menos comida chatarra, junto con un toque de queda temprano y menos televisión y tiempo para juego. Suponemos que lo único que resultaría menos probable es que los padres ignoran totalmente estas solicitudes, prefiriendo mantener el statu quo.

Algo muy parecido a esta situación sucede en la mayoría de las organizaciones. De acuerdo a nuestra investigación, a los empleados les gustaría recibir mucho más coaching de lo que su jefe les proporciona. Aunque disfrutan que les digan cosas agradables y positivas, también reconocen el valor que se obtiene de recibir retroalimentación correctiva periódica respecto a su desempeño en el trabajo, o sobre aquello que podrían comenzar a hacer para tener una contribución aún mayor.

Sin embargo, a pesar de esta actitud y fuerte creencia por parte del grupo de empleados, los jefes siguen siendo reticentes a proporcionar el coaching que los empleados desean. No sería difícil crear una larga lista de todas las razones por las que sucede esto. El poco coaching que se llega a dar es del tipo de retroalimentación correctiva. Los empleados anhelan fuertemente, la retroalimentación con relación a su trabajo.

Cómo crear una cultura de Coaching

Aprendamos de aquellos que están encontrando formas de construir tal cultura. Somos afortunados de tener a varias organizaciones de clientes que han identificado la necesidad de que los gerentes proporcionen más coaching. Se han dado cuenta por los resultados de investigación cómo el proporcionar coaching mejora los resultados de negocio de una forma importante.

Nada está más correlacionado, por dar un ejemplo, que el aumento en los niveles más altos de compromiso del empleado con el aumento de los niveles de coaching por parte de los jefes.