8 cualidades de un buen coach

1. Impulsado

En general, las personas se convierten en coaches ycomienzan su propia consulta o negocio, algo que conllevamucha incertidumbre y altibajos. Un trabajo asalariadoproporciona cierta estabilidad, y tener una consulta propiapuede ser bastante impredecible. Sin el impulso necesario yuna razón sólida para elegir serlo, esto puede hacerseevidente en la forma en que se presentan a sus clientes (conpoca dedicación, por ejemplo), lo cual es una situación en laque ambos pierden.

2. Sin prejuicios

¡Imagina a un entrenador siendo crítico! La premisa principal del coaching, y también su diferencia significativa con otras prácticas similares como la mentoría, la consultoría y el asesoramiento, reside en la creencia de que el cliente tiene la capacidad de encontrar suspropias soluciones a los problemas y evaluarqué es correcto o incorrecto para él. Por lotanto, si un coach aportara su juicio sobre loque cree que el cliente debería hacer o cómodebería pensar, dejaría de ser coach. Dejar de lado sus juicios y creencias yescuchar al cliente desde una posición neutrales una cualidad muy necesaria para un coach.

3. Compasivo

Una persona o un grupo de personas nunca podrá abrirse verdaderamente a su coach si este no logra brindar espacio a sus clientes y mostrar empatía hacia ellos, así como hacia sus situaciones y dificultades únicas. Incluso si no han pasado por lo que el cliente ha enfrentado (o enfrenta), es vital que el coach pueda ponerse en su lugar y ver las cosas desde su perspectiva. Sin que el coach sea comprensivo, amable y alentador hacia el cliente, un compromiso y una experiencia de coaching nunca podrán ser verdaderamente exitosos.

4. Curioso

Si bien se supone que el coach debe actuar como guía»experto» para sus clientes, una actitud del tipo «ya he estado allí y lo he hecho» puede no contribuir necesariamente de manera positiva a la sesión de coaching y al compromiso. Para que el coach pueda estar realmente presente para sus clientes, cada situación debe abordarse y analizarse desde cero. Esto significa que el camino o la manera de abordar la situación de un cliente puede no funcionar para otro. Por lo tanto, tener una mentalidad de curiosidad puede evitar que el coach caiga en la trampa de copiar una estrategia o enfoque para otra persona.

5. Observador

Una de las habilidades y cualidades esenciales de un coach es ser extremadamente observador del cliente que tiene frente a él. Estar atento no solo a lo que se dice verbalmente, sino también a las señales no verbales, es una habilidad importante que un coach debe cultivar. No todos los clientes van a ser expresivos y comunicativos. Al observar y registrar en silencio las señales no verbales, como el lenguaje corporal, las expresiones faciales, los movimientos. oculares, los gestos de las manos e incluso los más mínimos tics y aleteos, un coach puede saber mucho más sobre el cliente que tiene frente a sí de lo que le diría conscientemente.

6. Auténtico

Una de las características más subestimadas de un coach, la autenticidad, no solo es vital en cualquier relación coach-cliente, sino que puede marcar la diferencia entre una buena experiencia y una excepcional para el cliente. En una relación coach-cliente, se espera que el coach sea el «experto» y, por lo tanto, se espera que lo sepa todo y tenga soluciones para cada problema. Sin embargo, hay momentos en que un coach no sabe o no tiene la respuesta, y en esos casos, ser capaz de hacérselo saber al cliente con la mayor honestidad y humildad es lo que distingue a un buen coach.

7. Profesional

Hay momentos en la relación coach-cliente en los que este último se siente inmensamente agradecido por la forma en que el coach le ha abierto la mente sobre diversas cuestiones y le ha permitido cambiar para mejor. También puede sentir una sensación de comodidad y alivio al poder compartir con él muchos aspectos de su vida personal y profesional, de los que no puede hablar con nadie más. Por muy cómoda y fácil que sea la relación con un coach, siempre debe mantenerse una actitud profesional entre ambos.

8. Confiable

Un componente fundamental del coaching es brindar un ambiente de confianza al cliente para que se abra y se sienta seguro al hacerlo. Asegurar que todo lo que el cliente comparte en la sesión de coaching es absolutamente confidencial y cumplir con esa promesa es una cualidad fundamental para un coach. Ser confiable es una de las características más importantes (quizás la más importante)de un buen coach.Generar confianza es un proceso continuo en el coaching y un coach puede cultivarla de multitud de formas, entre ellas:demostrando curiosidad e interés sinceros, asegurando confidencialidad, construyendo una relación a través del lenguaje corporal (imitación, tonalidad, etc.), estando 100%presente, no juzgando, siendo confiable y responsable siendo fiel a sus palabras y cumpliendo con sus acciones, y más.

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